CIERRA LOS OJOS

Cierra los ojos, seguro que tú también puedes sentirlo. Un cosquilleo que recorre tu cuerpo, una sensación de hervor en la sangre y es que, querido amigo, el Carnaval es así, como una cancioncilla pegadiza que entra poco a poco en tus entrañas hasta encenderte el alma, hasta acuchillarte el corazón.
Deja que poco a poco se despierte en tí esa voz casi fantasmal...ha estado ahí desde siempre...solamente tenías que escuchar, escuchar con la piel.

martes, 9 de marzo de 2010

La Pensadora Gaditana


Voy a contarte con este cuento
tal como veo, y como siento,
que es una mare..
Es muy cortito, de solo un momento,
tú quietecito, y escúcha atento
si aún no lo sabes..

Esa mujer que tocaste
na más que naciste,
a la primera que hablaste
y primera que viste..
Ese angelito que te tuvo dentro
bien guardadito, como en un templo,
esa es tu mare..

Una mare es algo más,
que el triunvirato del amor,
de la amistad y de la verdad,
las manos de una mare no se tocan,
si no es la tierra de tu universo.

Y una mare es mucho más,
porque ante el hijo siempre se arrodillará,
y a las espinas que le puedan lastimar,
y hacerlas besos..

Ella es la paz y la calma que riegan tus sienes,
y es el vacío en el alma cuando no la tienes,
es la razón más bonita para los abrazos,
la orillita del descalzo
y que el suelo no te queme.

Ella es la niña, ahora vieja,
que tu alma retiene,
y es la que nunca te deja
y siempre te viene..
¡y siempre te viene!.

Pasodoble de la FINAL

Sentá en su falda le preguntaba:
¿porqué es negrita, mamá, mi hermana,
y yo soy blanca?
Y acurrucándola le contestaba:
Porque no estuvo en mis entrañas,
como tú estabas
Ella nació en una tierra donde dios se duerme,
donde tuvo por pañales hojitas muy verdes...
Se amamantaba de un lánguido pecho,
y una cunita echa de ramas
era su lecho.
Ella no pudo tocar un sonajero que arrancara
su sonrisa celestial,
ni tuvo entre sus brazos una muñeca
para poder compartirla en sus miedos.
Ella no pudo soñar
con el peluche de su mago Baltasar,
porque la estrella que guió a su majestad
pasó su cielo.
Ella no estuvo ni un día latiendo en mi vientre,
pero por eso mi niña no es diferente.
Y aunque no lleve tu sangre ¡bendita su suerte!,
porque otras que la llevan la abandonan a la muerte.
Se me bajó de la falda con cara sonriente,
corriendo se fue a su cuna y la besó en la frente...
la besó en la frente.

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