Que si, que Antonio Martin es mi maestro y el de todos los que son y estan. Que si, que Antonio Martin es e discipulo del creador de la comparsa pero al beber tanto de la esencia, de la quinta esencia gaditana, se convirtio en el maestro que sigue dando clases magistrales desde la escuela del Gran Teatro Falla. Treinta y ocho años de batallas de coplas han curtido al hombre que este año guarda celoso su playa, la unica del muno cuyas piedras tienen nombres.
Que si, que Antonio Martin está mas vivo que nunca. Que si, que mi maestro me recuerda en cada pasodoble que yo fui alguien gracias a él. Saboreen sus letras, su valiente defensa de una ciudad que necesita cada año de su resurreccion. Lloren con él, lean entre lineas, dejense llevar por el compás que hizo libre a toda una generacion de copleros que quisieronser como el Niño de San Vicente y murieron en el intento. Si tuve la suerte de ganarle fue para demostrarle mi amor a la mare que nos parió, porque bebí de su agua clara.
No sé qué nos depara la vida pero te juro por la sangre de coplero que nos dieron a mamar que si tu te vas de este mundo antes que este aprendiz yo sere uno de los que te paseen por las calles de Cádiz y te acercaré al Falla, y te cantaré con la alegria de un niño coplero que le debe la vida. A cambio te pido que me guardes un lugar cerquita de usted, maestro, ¿donde? en la piera reonda de la Caleta.
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